La cultura corporativa ayuda a las organizaciones a transmitir sus valores con mayor efectividad. No obstante, no es el único motivo por el que se implementan una serie de símbolos y creencias en una empresa. En las siguientes líneas, te explicaremos en qué consiste, cómo construirla y qué tipos existen. ¿Quieres obtener un conocimiento experto sobre ello? Especialízate con nuestro máster en gestión de eventos, donde profundizarás en este área de la comunicación corporativa.
Índice de contenidos
Qué es la cultura corporativa de la empresa
La cultura corporativa se refiere a las actitudes y prácticas que determinan cómo los empleados y la gerencia de una empresa interactúan y manejan las relaciones comerciales externas. Se sugiere con frecuencia en lugar de definirse explícitamente, y surge orgánicamente con el tiempo como resultado de las características que reúnen las personas que integran la organización.
Cómo crear una cultura corporativa
Ahora que sabemos qué es la cultura corporativa y sus elementos clave, es momento de entrar en materia. ¿Qué pasos hay que seguir para llevarla a la práctica? Estas son las pautas esenciales para hacerlo con éxito:
- Invertir más tiempo en reuniones individuales, ya que al dedicar más tiempo a los empleados, estos estarán doblemente comprometidos y motivados con su trabajo.
- Poner énfasis en la creación de un entorno orientado al equipo. Es importante garantizar que este contexto vaya más allá del lugar de trabajo físico y se extienda al mundo digital.
- Comunicación. A través del intercambio de comentarios se genera un ambiente abierto que, además, contribuye a que los empleados se sientan más valorados y realizados.
- Utilizar las herramientas adecuadas para impulsar el compromiso de los empleados y facilitar su interacción.
Funciones de la cultura de empresa
Veamos las principales funciones que cumple la cultura en la empresa:
- Identidad organizacional. Para empezar, la cultura de una empresa influye en su identidad y sus ideales. Si la cultura valora el establecimiento y el logro de objetivos, por ejemplo, será más probable que los trabajadores establezcan y alcancen metas personales y profesionales. Lo cual es un buen enfoque para establecer y mantener la dirección de los empleados.
- Retención de empleados. Una cultura corporativa positiva favorece el reclutamiento de buenos empleados. Asimismo, las personas están más inclinadas a permanecer en una organización si sienten que son parte de ella.
- Imagen de marca y reputación. La cultura de una empresa también contribuye a apuntalar la identidad de su marca. Los clientes percibirán una marca como generosa y amante de la diversión si se trata bien el personal y se crea un entorno corporativo amigable y distendido.
Tipos de cultura corporativa
Podemos diferenciar 4 modelos principales:
- Cultura del clan. Prevalece en las organizaciones tradicionales de manera más notoria que en las digitales. Su carácter familiar impone la promoción a partir de la interpersonalidad y la tutela directa de los empleados.
- Cultura de la jerarquía. Las empresas están muy estructuradas, con la autoridad y la toma de decisiones concentradas en la cúpula ejecutiva. Es un modelo característico de las entidades más tradicionales.
- Cultura de mercado. Está orientada a escalar empresas con conocimientos digitales. Así, esta cultura está particularmente orientada a los resultados, puesto que premia a los ganadores y valora la competencia interna.
- Cultura de adhocracia. Una adhocracia centrada en la innovación se asocia con las empresas digitales y fomenta la asunción de riesgos.
En suma, implementar una cultura corporativa depende de muchos factores. Y, en cierto sentido, es un proceso natural que tiene lugar de manera orgánica.