Podríamos decir que la gestión es un conjunto de trámites que se llevan a cabo para resolver un determinado asunto. Relacionado con este concepto, la gestión sanitaria es un asunto que nos concierne a todos, ya que de forma directa o indirecta dependemos de ella para beneficiarnos de un sistema sanitario público de calidad. Descubre en este artículo en qué se basa principalmente este concepto y recuerda que puedes especialízate en el sector con nuestro MBA en Gestión Sanitaria.
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Bases de la gestión sanitaria
Para que los centros sanitarios puedan desarrollar correctamente sus funciones, es necesario profesionalizar la gestión sanitaria y establecer una pequeña diferenciación entre lo que son los políticos, los gestores y los clínicos. Y es que este concepto se basa en tres pilares principales:
- La macro-gestión, que comprende la política sanitaria
- La meso-gestión, que incumbe a los centros sanitarios
- Y la micro-gestión o gestión clínica, que concierne a los profesionales de la salud o clínicos
¿Cómo se aplica dicho concepto?
Puede llevarse a cabo de dos maneras diferentes:
A través de la aplicación vertical
Hablamos de organización en forma de pirámide organizacional. En este tipo de organización vertical existe una gran jerarquía, el trabajo se divide dependiendo de las funciones, departamentos y tareas a realizar. En la punta de la pirámide se encuentra la jerarquía más alta, el nivel estratégico, que engloba a los directores. El siguiente nivel es el administrativo, que contiene a los gerentes. Le sigue el nivel del conocimiento, formado por los trabajadores que conocen en profundidad el mundo de la gestión y que poseen datos al respecto. Y por último, la base de la pirámide está compuesta por el nivel operativo, que engloba a los gerentes operativos como médicos jefes de servicio o enfermeras supervisoras.
A través de la aplicación horizontal
También conocida como organización plana. En ella se presenta una jerarquía distinta, en la que existe un refuerzo de colaboración como elemento de equilibrio del poder dentro de su estructura. El trabajo es organizado en torno a diferentes procesos o flujos de trabajo. Estos procesos se determinan siguiendo el objetivo de responder a las necesidades de los clientes y proveedores.
En esta organización, los equipos asumen la responsabilidad de la gestión, ya que su objetivo es la mejora continua. De esta forma, también se comparten los riesgos o imprevistos que puedan aparecer.
¿En qué se diferencia de la gestión clínica?
Tal y como comentábamos anteriormente, dentro del concepto de gestión sanitaria cabía diferenciar principalmente la parte política, la parte gestora y la parte clínica. Y es que la gestión clínica podría definirse como la utilización adecuada de los recursos para la mejor atención de los pacientes. Es muy similar a la de gestión sanitaria, pero posee diferentes características.
La gestión clínica involucra de una forma u otra a los clínicos en la gestión de los recursos, introduciendo así los términos de participación, descentralización de la gestión y transferencia de riesgos.
Sus principios se basan en:
- El compromiso con la calidad asistencias
- El trabajo en quipos polivalentes
- Una mayor autonomía y responsabilidad de los servicios clínicos
- La homogeneización de la práctica clínica