La gestión del tiempo es un concepto sencillo, pero no siempre fácil de llevar a cabo. Hay infinidad de métodos para administrar el tiempo y cada uno de ellos puede adaptarse mejor o peor a tu forma de trabajar.
Si necesitas tomarte un respiro para organizarte mejor estate atento a estos métodos que te describimos a continuación. Si este artículo te sabe a poco, no te pierdas nuestro Máster Experto en Teletrabajo, Gestión de Tareas y Planificación.
Índice de contenidos
Gestión de tiempo: ¿qué métodos existen?
Hay varios métodos de gestión de tiempo y cada uno de ellos funciona diferente a los demás. Encontrar el que se adapta a ti requiere un tiempo de prueba y error, pero merece la pena. A continuación, te contamos cuáles son los principales.
Timeboxing
Este método del timeboxing es de lo más simple. Consiste en finalizar el trabajo dentro de bloques de tiempo, lo que es efectivo si no estás del todo seguro de cuánto tiempo dedicas a cada trabajo. Este método te ayudará a dividir las tareas más complejas en otras más sencillas para facilitar tu trabajo.
‘Getting Things Done’
El ‘Getting Things Done’ o GTD es un invento presentado por David Allen a principios de la década de los 2000. Lo primero que debes hacer es escribir todas tus tareas pendientes. Según Allen, cuando confías en herramientas de gestión externas puedes dejar tu mente libre de la ansiedad que causa estar pensando continuamente en todo lo que tienes que hacer.
Estas tareas, después, las organizas según su prioridad y les atorgas una etiqueta. ¿Es trabajo urgente? ¿Trabajo que ya no necesitas hacer? ¿Trabajo que tendrás que hacer tarde o temprano? Catalogar cada tarea en una categoría te ayudará a tener más claro qué hay que hacer.
El método Pomodoro
Uno de los métodos de organización del tiempo más famosos es el método Pomodoro. Funciona con bloques de tiempo, igual que el método timeboxing, y tiene muy en cuenta la importancia de los descansos para mantener la motivación durante el trabajo.
Para llevarlo a cabo necesitas un temporizador, una lista de tareas pendientes ordenadas según su prioridad y desactivar las notificaciones. Lo primero que debes hacer es poner el temporizador en 25 minutos. Durante ese tiempo, dedícate en exclusiva a trabajar en tu tarea sin interrupciones.
Tras ese tiempo, descansa cinco minutos. Lo ideal es que intentes hacer algo físico, como levantarte a por agua o estirarte. Repite el proceso cuatro veces y dedícale más tiempo, cerca de 20 minutos, al último descanso.
No lo dejes para mañana
Como su propio nombre indica, este método consiste en hacer lo peor al principio. Al llegar a tu trabajo, encárgate de las tareas que son extensas o complejas. Siempre estamos más frescos al principio de nuestra jornada laboral, por lo que será mucho más ameno hacer esas tareas en ese momento.
El principio de Pareto
Por el contrario, el principio de Pareto no sugiere que realicemos primero las tareas más sencillas o fáciles. De esta manera, sentiremos que estamos siendo muy productivos y estaremos motivados para enfrentarnos a las tareas más difíciles.
A menudo recibe el nombre de “Regla 80/20”; dedicas el 20% del tiempo al 80% de tu trabajo. Así, tienes el 80% del tiempo para dedicar al 20% de tu trabajo más difícil.
Y tú, ¿con qué método te identificas mejor? Si no tienes claro cuál es la mejor forma de organizar tu trabajo, prueba a usar un método por semana. Seguro que pronto encuentras el método de gestión de tiempo perfecto para ti.