El usufructo es un término bastante habitual en los testamentos y las herencias, además de ser un concepto común en terminología inmobiliaria. Por lo que, si deseas formarte en este sector debes saber qué implica este derecho, el cual permite disfrutar de un bien ajeno sobre el que no se tiene propiedad.
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¿Qué es el usufructo?
Cuando se habla de usufructo se hace referencia a una figura jurídica que otorga el derecho al disfrute y uso de un bien por parte de un beneficiario, sin que sea de su pertenencia. Es decir, se hace uso de un inmueble, por norma general, sin ser propietario, pero con todos los demás derechos.
En este sentido, dicha propiedad se encuentra repartida entre dos titulares. Uno de ellos cuenta con el derecho a usarla (esto incluye el alquiler) y otro, con la titularidad. Estos son los dos actores implicados:
- Usufructuario: es el titular con derecho a usufructo y quien puede hacer uso del bien.
- Nudo propietario: es el titular del bien, pero no puede utilizarlo.
El usufructo de una vivienda
En el contexto inmobiliario, en cuanto a la posibilidad de poner en venta la propiedad en cuestión, hay que conocer las dos opciones:
- El usufructuario puede vender su derecho de uso hasta que venza o fallezca.
- El titular puede vender su derecho de nudo propietario. En este segundo caso, el comprador deberá respetar el usufructo. No obstante, existe la opción de que ambos se pongan de acuerdo y vendan de manera conjunta.
El usufructo es una figura legal de gran importancia en las transacciones inmobiliarias. Si vas a realizar un ciclo especializado en este sector, debes familiarizarte con este concepto jurídico. Esto te permitirá conocer las diferentes trabas legales que pueden aparecer en una venta.
Tipos de usufructo y ejemplos
De acuerdo a la ley se distinguen varios tipos de usufructos, en función si se trata de un derecho de usufructo voluntario, legal, temporal o vitalicio, como vemos a continuación.
Voluntario
El usufructo voluntario viene recogido en un testamento o en un acuerdo previo al fallecimiento. Por tanto, se realiza de forma totalmente voluntaria. Un claro ejemplo de ello son dos socios que compran una finca para su explotación y acuerdan que, en caso de que uno muera, el otro disfrutará del usufructo de su explotación, con independencia del heredero propietario.
Legal
Es aquel que la ley obliga a cumplir y, en el caso de España, es un derecho del cónyuge viudo. En este caso, la legislación determina que sea este quien reciba el usufructo de una parte de la herencia. En el caso de que haya hijos, el cónyuge se quedará con el tercio de mejora.
Temporal
En este caso, el usufructo cuenta con un límite de tiempo de uso y solo puede aplicarse en los usufructos de tipo voluntario. Volviendo al ejemplo inicial, los socios establecen 15 años, que es el plazo para recuperar la inversión.
Vitalicio
Se aplica al usufructo de tipo legal, cuya finalización se da cuando fallece el cónyuge, es decir, el usufructuario.